El Repaje de Marcapata, una tradición que une

Cada cuatro años se celebra un evento que paraliza el distrito de Marcapata, la fiesta de “Repaje” del templo de San Francisco de Asís. Este año, el repaje se festejó entre el 15 y el 21 de agosto, mes esencial en la concepción de la cultura andina, ya que durante el mismo se celebra los pagos a la Pachamama (tierra).El repaje consiste básicamente en renovar el techo del templo, compuesto de paja. El cambio del techo, cuya labor no es tan simple como pudiera parecer, no solo significa cambiar ichu viejo por nuevo; significa esencialmente la participación conjunta de las comunidades en busca de la bendición de Dios y de la naturaleza.

El templo de San Francisco de Asís fue construido entre fines del siglo XVI e inicios del XVII. Con más de 400 años de historia, esta edificación de arquitectura barroca proveniente de la mezcla de las culturas española y local, reúne a los cuatro anexos de Marcapata cuando de celebraciones se trata; matrimonios, bautizos o reuniones, nada se compara o hace competencia al wasi chakuy, o la fiesta del repaje.

La celebración duró toda la semana, y la participación de las cuatro comunidades de Marcapata; Collana, Sahuancay, Puiqa, y Collasuyu se da de acuerdo a un división impuesta por un ritual de trabajo. La celebración empieza con una coreografía que consiste en el arreo de una mula, representada por una talla de madera, hasta el techo de la iglesia donde es recibida por los 4 mayordomos de cada comunidad; una vez allí, empieza todo.

Este año por disposiciones del alcalde de Marcapata, Rolando Flores, cada comunidad presentó danzas, artesanías y gastronomía típica. En busca de la continuidad y salvaguardo de la cultura, “sería lindo que la fiesta de repaje -indica Rolando- se celebre como se hacía hace siglos, por eso es que todos vamos a poner de nuestra parte”, sobre todo en el tema de la vestimenta. Desde el alcalde hasta el poblador lucieron prendas típicas, y procedieron lo más fiel posible a como se hacía en el pasado. Todos estuvieron de acuerdo, todos estuvieron comprometidos.

Soledad Hurtado, encargada de la parroquia San Francisco de Asís, concuerda con el alcalde: “Vine como voluntaria por 2 meses, pero ya llevo 5 años trabajando acá, y no dejo de sorprenderme por el compromiso e interés de la gente para organizar el repaje”. Cuando llegó, Soledad conoció al padre Peter, querido sacerdote jesuita encargado del templo, quién falleció hace más de un año. Él entendía la importancia de la unidad y de la participación en torno a un templo de religión universal, “el padre Peter nos enseñó que no importa las religiones, lo universal es el amor; y acá me han enseñado que no participan solo los católicos, evangélicos o testigos de Jehova, etc., acá participa la comunidad”.

Contradicciones de la vida, el incremento de la unión entre los comuneros contrasta con el deterioro físico del templo. El paso de los años y la falta de recursos acusan del desgaste de la iglesia. Por ello, se ha promovido desde iSur, junto con la Municipalidad de Marcapata, la búsqueda de actores interesados en financiar la restauración del templo. Es así como la organización The World Monument Fund y la constructora de la carretera, CONIRSA, han aceptado financiar la etapa de pre-inversión, la cual durará 8 meses, y será lanzada en esta fiesta.

El empeño en los planes de promoción de la fiesta por parte de la Municipalidad en alianza con iSur, como la creación de materiales de difusión e invitaciones a medios de comunicación para que visiten la celebración, buscan que la fiesta de repaje pueda convertir a Marcapata en un nuevo y diferenciado destino turístico, ofreciendo un idioma universal, el del encanto.